Nos fuimos al Guazú en búsqueda del preciado descanso y cambio de aire que siempre nos brinda, y aprovechando una magnífica primavera invernal, fuimos directamente a buscar especies de verano. Y las encontramos, trabajando mucho y alistando equipos, siempre fino y con buenas carnadas. Durante la tarde del sábado, la variada de cuero presente, en tamaños muy divertidos para equipos livianos. Hasta un lindo dorado se prendió de un bagre al recoger, dando una linda pelea y escapando debajo del muelle.
Al caer la noche, la tan bendita campana anunciando la cena. Y qué decir de la atención de nuestra sede del guazú….. Impecable. Un menú casero, entre la tranquilidad y la armonía que nos transmite esa esplendida vista al río.
Luego de ese parpadeo digestivo, a la medianoche hicimos nuevamente otro turno de pesca. Nos sorprendimos con algunas taruchas muy buenas bien pegadas a los juncos detrás del muelle. Un ejemplar de 3 Kg dio la nota, dando una muy buena pelea para romper con el silencio de la noche. Algunos pejes, pocos pero muy buenos y picando en brazoladas largas, para calmar las ansias que nos genera cada larga pasada por nuestro lindo muelle. Luego de esa breve pesca nos retiramos a descansar para aprovechar bien el domingo, que pregonaba buen pronóstico y buena pesca.
Y así fue, cumpliendo el presagio, a la mañana obtuvimos una decena de pejes por persona, haciendo los deberes como corresponde, carnada prolija y muy atentos. Pocos piques, pero francos y casi siempre en la misma cancha de pesca. Tomaron brazoladas a 60-80 centímetros. Muy flacos, pero peleadores y aguerridos, características típicas del pejerrey del Guazú.
Antes de retirarnos, y ante la insistencia de tímidos piques en las carnadas blancas, nos entretuvimos con una hermosa pesca de bogas de flote, también con la misma modalidad, bien pegado a los juncos y utilizando lombriz blanca, sacamos muchas bogas de entre 300 y 600 gramos, haciendo uso de equipos livianos para maximizar sensaciones.
Como siempre, el Guazú no defrauda, y nos regaló una pesca variada en esta espléndida primavera invernal que no pasó desprevenida.