Una medalla con un relato macabro detrás de ella

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Una medalla con un relato macabro detrás de ella

Escrito por el Dr. José María Lastiri

El Doctor Carlos A. Ray era un médico respetable, elegido concejal en la municipalidad de Vicente Lopez por la Unión Cívica Radical, comprometido con una joven de buena familia y vivía en una casa lujosa en la misma ciudad. En la madrugada del 10 de septiembre de 1926 los vecinos de Ray escucharon disparos provenientes de su casa y gritos de una mujer pidiendo auxilio por la ventana, que resultó ser María Poey de Canelo, una mujer joven y bien parecida que convivía con Ray, que la había conocido a dos años de recibido de médico, en 1917, y un tiempo después de haberse ella separado de su esposo y padre de su única hija, de 14 años.

La Policía encontró en la casa el cadáver de Ray y el informe médico determinó que había recibido un disparo que le perforó el torax, matándolo en forma instantánea. Poey declaró que a poco de dormirse escucharon ruidos encontrando a dos hombres enmascarados que les dispararon y escaparon; Ray cayó inconsciente y la mujer tomó de la mesa de luz un revólver con el que hizo disparos al aire, para pedir auxilio.

En 1923, Poey había conocido al concejal José Pereyra, de quien, según la prensa, había llegado a ser también su amante. La noche del homicidio, Ray había recibido para la cena a amigas y colegas, entre los que se encontraba Pereyra, quienes habían visto vivo a Ray antes de retirarse de la casa.

La autopsia judicial de Pedro Pando dictaminó que había sido envenenado con cianuro, lo que hizo surgir la hipótesis de que Poey lo habría envenenado despechada por su reciente compromiso matrimonial con una mujer de otra condición social, en complicidad con alguien más, y el concejal Pereyra apareció como sospechoso de disfrazar la escena, disparando sobre el cadáver de Ray.

El juez en lo criminal Julio M. Facio, de La Plata, a cargo de la causa, ordenó la detención de María Poey y de Pereyra, así como el personal de la casa. Se hizo un segundo estudio de las vísceras del muerto, a cargo de Carlos Grau, ex docente de Toxicología de la Facultad de Ciencias Exactas, a cargo del Laboratorio de Química de la Provincia de Buenos Aires, que indicó que no había cianuro.

El asesinato de Carlos Ray, concejal de la municipalidad de Vicente López, se produjo en esa ciudad el 10 de septiembre de 1926, la principal acusada fue su amante María Poey de Canelo hasta que se determinó que sus autores habían sido dos delincuentes comunes que tenían el propósito de robo. El hecho, que tuvo en esa época una gran difusión entre la población y en la prensa, dio origen a dos películas y a los títulos de un tango y una obra teatral.

Aquí una medalla de sus amigos dedicadas a su nombre:

medalla

Medalla de metal plateado Diámetro de 34 mm. Grabadores: Gottuzzo y Piana con la leyenda: “Al Doctor Carlos A. Ray 10 de Septiembre de 1926"

 Referencias:

  • Mastrantonio, Guido. «Un relato literario recrea un hecho real en la que la Facultad ayudó a resolver el asesinato del Concejal radical Carlos Ray a principios del siglo pasado».
  • Garavelli, Hugo José (1° de mayo de 2014). «No hay cianuro: el crimen de Carlos Ray». Revista Cruz del Sur n° 6 ISNN 2250-4478. p. 362.
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